Mi celular, mi mundo
Actualmente, los jóvenes están más aferrados a las nuevas tecnologías que al contacto humano. El afecto pasa por un emogi, por un signo de interrogación, por un comentario. Pero ¿Cómo podemos conectar ese mundo con el mundo educativo?
Sería impensable en la actualidad hacerse a la idea de la no utilización de la tecnología, o que cuando pensamos en algo y no sabemos la respuesta, no correr a una computadora a buscarla, o algo más sencillo, estirar la mano y googlear desde nuestro celular. Así nos manejamos hoy, así se manejan los chicos en busca de nuevos horizontes, de nuevas respuestas, de confirmar lo que nosotros, los mayores decimos o por qué no, refutarnos.
El celular hoy es un amigo inseparable para ellos, a través de un celular se conectan con sus pares, con su familia, con sus juegos, y hasta a veces, pueden elegir si responden o no a
un mensaje de mamá. En resumen, el celular es un medio desde donde se conectan o se aíslan del mundo.
Hay muchas formas para darle un uso productivo al celular en una escuela, desde clases invertidas hasta la lectura digital de un libro en el aula. En mi caso, las aplicaciones son muy útiles a la hora de diagramar una clase novedosa, como ser un trabajo de laboratorio, cuando no se cuentan con todas las herramientas o las que hay son escasas y no reúnen las condiciones para tener a un grupo de treinta alumnos inmersos en el avistaje de una célula vegetal. Para ello, sacamos de la galera y de nuestro celular una aplicación que simula perfectamente una lupa.
Otra de las aplicaciones nuevas que se puede descargar en el celular, es la que permite mirar las constelaciones y los planetas, su ubicación y hasta el color de las estrellas, para trabajar en física.
También hay aplicaciones para geometría como el geogebra, hay laboratorios virtuales, editores de proyectos audiovisuales, clases de apoyo, cmaptools para mapas conceptuales, bibliotecas virtuales, videos educativos, todo está en la web y todo a nuestro alcance y al alcance de los jóvenes.
El abanico que se despliega a la hora de poder secuenciar una clase es interminable, y cada día aparecen nuevos programas y ofertas educativas de gran interés para los chicos. El problema está, en muchos casos, en el perfeccionamiento docente, porque en gran parte no se utilizan estas herramientas por desconocimiento o miedo a no conseguir el logro deseado.
Por todo esto es importante que los jóvenes puedan contar con un celular en la escuela, no solo para utilizarlo en el aula, sino también para explorar lo nuevo, para estar conectado con el exterior, con la familia y por qué no...con su mundo.
Actualmente, los jóvenes están más aferrados a las nuevas tecnologías que al contacto humano. El afecto pasa por un emogi, por un signo de interrogación, por un comentario. Pero ¿Cómo podemos conectar ese mundo con el mundo educativo?
Sería impensable en la actualidad hacerse a la idea de la no utilización de la tecnología, o que cuando pensamos en algo y no sabemos la respuesta, no correr a una computadora a buscarla, o algo más sencillo, estirar la mano y googlear desde nuestro celular. Así nos manejamos hoy, así se manejan los chicos en busca de nuevos horizontes, de nuevas respuestas, de confirmar lo que nosotros, los mayores decimos o por qué no, refutarnos.
El celular hoy es un amigo inseparable para ellos, a través de un celular se conectan con sus pares, con su familia, con sus juegos, y hasta a veces, pueden elegir si responden o no a
un mensaje de mamá. En resumen, el celular es un medio desde donde se conectan o se aíslan del mundo.
Hay muchas formas para darle un uso productivo al celular en una escuela, desde clases invertidas hasta la lectura digital de un libro en el aula. En mi caso, las aplicaciones son muy útiles a la hora de diagramar una clase novedosa, como ser un trabajo de laboratorio, cuando no se cuentan con todas las herramientas o las que hay son escasas y no reúnen las condiciones para tener a un grupo de treinta alumnos inmersos en el avistaje de una célula vegetal. Para ello, sacamos de la galera y de nuestro celular una aplicación que simula perfectamente una lupa.
Otra de las aplicaciones nuevas que se puede descargar en el celular, es la que permite mirar las constelaciones y los planetas, su ubicación y hasta el color de las estrellas, para trabajar en física.
También hay aplicaciones para geometría como el geogebra, hay laboratorios virtuales, editores de proyectos audiovisuales, clases de apoyo, cmaptools para mapas conceptuales, bibliotecas virtuales, videos educativos, todo está en la web y todo a nuestro alcance y al alcance de los jóvenes.
El abanico que se despliega a la hora de poder secuenciar una clase es interminable, y cada día aparecen nuevos programas y ofertas educativas de gran interés para los chicos. El problema está, en muchos casos, en el perfeccionamiento docente, porque en gran parte no se utilizan estas herramientas por desconocimiento o miedo a no conseguir el logro deseado.
Por todo esto es importante que los jóvenes puedan contar con un celular en la escuela, no solo para utilizarlo en el aula, sino también para explorar lo nuevo, para estar conectado con el exterior, con la familia y por qué no...con su mundo.
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